Esqueletos hacen la muerte menos triste
En las semanas previas al Día de Muertos, México está decorado con esqueletos. Esqueletos grandes y pequeños. Esqueletos en papel maché, madera y barro. Esqueletos que se mesen, tiemblan y esqueletos comestibles. A los niños les gustan especialmente los últimos.
Por todo lado se venden calaveras de azúcar y chocolate en las cuales se puede escribir su propio nombre o el nombre de un fallecido querido sobre la frente. En la plaza de la ciudad hay puestos donde se puede comprar pequeños esqueletos en barro o por un peso tener la oportunidad de girar la manija de la noria gigante llena de esqueletos.
Para un danés puede parecer mórbido con tantos esqueletos. En cambio en México se cree que los esqueletos festivos y muchas veces cómicos ayudan a que la muerte sea menos triste.
(Traducción: Maria Gundestrup-Larsen)